Carnaval de Oruro, 1 de marzo de 1868
"...el triunfo sobre el mal; nos complacemos demasiado al ver que nuestros honrados artesanos hayan sabido comprender tamaña verdad santa y, después, realizarla por representación mui bien desempeñada. Y ¿Podemos exijir mas, de lo que acostumbramos llamar bailes del pueblo?. Pero ellos no deben quejarse; a la voz de "Diablos". y al oír su alegre música, Todo el mundo acude; hasta las beatas que a la voz de "Diablos", se santiguan y arrojan Ochenta bendiciones, corren tras de ellos, sin temer sus cuernos, ni narices prominentes, ni sus miradas, ni tentaciones."
"...Nuestros graciosos y palúdicos diablos no son del carácter de otros demonios emprendedores de almas cristianas, desde su organización siguen llenando el propósito aplausible de la manera más cumplida bajo sus lujosos y elegantes disfraces y con su música, y baile entusiasta ostentan un gusto y gracia singular, y después una moderación que ha merecido un enojo general y justo. Su baile.
En seguida se exhibe una escena dramática que entraña un fin altamente divino, un triunfo de lo omnipotente sobre satanás, en vano pretende este combatir con sus numerosos demonios contra el sólo ángel. Hemos hablado de diablos y ángeles porque no hablamos tambien de la diabla y sus pollitas, en la derrota cayeron estas con mucha descencia gracia y naturalidad, bravo, maldita demonia que hasta entre los demonios se te encuentre siempre seductora.
Hasta el año graciosísimos diablos..."
Fuente: Periódico "El Republicano" Nº1, 1 de marzo de 1868